SÍMBOLO Y MISTERIO
La representación de lo numinoso en el
arte de Karl Käfer
La representatión de relatos mágicos,
en cierto modo un orden del mundo invisible, corresponde al más antiguo acervo iconográfico del arte y es al mismo tiempo una de las tareas más difíciles por resolver por un artista. A menudo se ha agotado la expresión artística en retablos como los que conocemos de la Edad Media y del Renacimiento:
las jerarquías celestiales o el hombre
como microcosmos en el centro del macrocosmos. Así se redujo lo misterioso a su forma simbólica.
Karl Käfer intenta renovar artÍsticamente la tradición de un lenguaje pictórico mágico-simbólico.
Quien se acerca a estas pinturas, percibe
la intensidad del compromiso con la ciencia esotérica de la cual son resultado
Desde el punto de vista histórico-cultural se pueden ordenar los trabajos tempranos de Käfer a la ESCUELA VIENESA DEL REALISMO MAGICO.
En estas obras se encuentra el elemento surrealista en primer plano.
Ya aquí se manifesta lo misterioso en una presencia estética consumada y maestría técnica. Se asoma del vacío ,
de
los espacios intermedios, de líneas
de doble
significado. Desde muy temprano en su
carrera transmitió Käfer a través de ello una
sensación de malestar, ya que juega con
sus ilusiones, ilusiones que son inmanentes
a su tema innato: la lucha del hombre por la
transfomación y el despertar.
En sus trabajos más recientes se desprende
Käfer cada vez más evidentemente de
sus prototipos y Escuelas. En la medida en
que sus obras se tornan independientes, se
desarrollan hacia un cosmos individualista.
Se tiene la sensación de que no fueran ya
pinturas en serie con otras que pudieran ser
más tarde ordenadas en fases o etapas. Se
trata más bien de representaciones únicas y
completas sobre misterios de comprensión.
Se presentan unas junto a las otras como
monolitos. Se quedan grabadas en la memoria
de quienes las han visto.
Karl Käfer vive entre las culturas. Siendo
muy joven viajaba mucho a Marruecos y
vivó algún tiempo en Tailandia. Desde hace
algún tiempo, su reino durante la mitad del
año es su estudio en el castillo Büchsenhausen
en Innsbruck y la otra mitad del año
la pasa en Acapulco, México. Sus cuadros
manifiestan esta existencia intercultural a través del colorido que marca un amor a la vida y la
selección de ciertas figuras simbólicas características de América Latina.
Karl Käfer unifica en su creación artística
el estudio de las mitologías de las grandes
culturas y de la enseñanza esotérica de las
religiones, incluyendo las tradiciones mágicas
y herméticas como alquimia, cábala,
tarot y astrología con un domino viruoso de
las técnicas de la pintura.. El inminente poder
de la expresión que caracteriza a sus
pinturas procede de su percepción intuitiva.
Se tiene constantemente la sensación
de que la composición pictórica estuviera
presente en su totalidad de manera inconsciente,
y después fuera completada por
Käfer con increíble precisión mediante el
desarrollo del contenido en sus elementos
individuales. Käfer está obsesionado con
su objeto. Cada cuadro requeiere de meses
de trabajo. El plasmar los colores sobre el
lienzo es en este proceso unicamente el
último acto de una disputa, que debilita y
desgasta, con lo numinoso y su aparición
simbólico-pictórica.
Lo numinoso es la misteriosa presencia de
una divinidad sin forma. No es comparable
a ninguna aparición y por ello ni se intenta
representarlo pictóricamnte. Cuando el
consciente experimenta a lo numinoso, no
es sino como la „idea de lo numinoso“ „una
imagen de la
trascendencia“. Es decir, un
símbolo,
una alegoría, una traducción, pero
no el numen en si. Lo numinoso aparece,
se muestra, somo decía el filósofo Wittgenstein.
Así es el artista que se dedica a lo espiritual,
aquel que manifiesta lo numinoso como
símbolo y alegoría:
Cuando a través de estas formas de aparición
de lo numinoso logra crear la atmósfera
propicia de lo misterioso y elevarla al
consciente del espectador, entonces estamos
hablando de arte esotérico en el mejor
sentido de la palabra. A esta clase pertenecen
las pinturas de Karl Käfer.
Sus obras documentan un intento permanente
por crear patrones de orden que
permitan un acercamiento a lo numinoso.
Observadas de esta manera, son sus obras
como las pinturas en rollo de los templos
tibetanos , las Thangkas, pinturas que
asisten en la meditación,
las cuales en sus
complejas referencias alumbran primero al
espírtu meditativo y después lo transportan
hacia nuevos discernimientos.
per el Dr.. E lmar R . G r u b e r
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